República Dominicana quiere dar los pasos necesarios para combatir el cambio climático y adaptar su matriz energética con el objetivo de aumentar progresivamente el peso de las energías limpias. Actualmente, la mayor parte de su gasto energético (algo más del 50%) proviene de los combustibles fósiles, mientras que apenas un 9% llega de las renovables (algo más del 7% se produce gracias a las centrales hidroeléctricas y casi el 2% proviene de las infraestructuras eólicas).