Una empresa de ingeniería financiera ha encargado a un equipo de investigadores de la Universidad de Toronto es el Ramboll unos estudios para investigar si la distancia de las turbinas eólicas, con un rango de 600 metros a 10 kilómetros, afecta a la salud de las personas.

La nueva evaluación del equipo confirmó los resultados iniciales de las estadísticas canadienses. «Las personas con mayor calidad de sonido (40-46 decibelios) informaron de más molestias que los encuestados que viven en áreas donde el sonido es más bajo (<25 dB)», dice Barry. No es sorprendente que los encuestados

que están más cerca de las turbinas estén «mucho más molestos que los que están lejos de los parques eólicos».

El último estudio realizado por el equipo no ha encontrado ninguna evidencia clara de que estar expuestos a aerogeneradores pueda afectar realmente la salud humana. Sin embargo, en el futuro, «Medir y monitorear las preocupaciones de la población antes y después de instalar una turbina puede ayudar a aclarar el impacto que tienen las plantas de energía eólica en la calidad de vida, si la hay», dice Sandsky Sulsky.

Para más información:

https://www.sciencedaily.com/releases/2018/06/180605112138.htm